domingo, 30 de junio de 2013

Fórmula 44

Sigue siendo todo un caballero en edad de merecer, porque en su cabeza lucen más las ganas que las canas. Sigue siendo un cuarentón con alma, que le permite tener un especial sentido del sentir.

Por eso yo siempre le recuerdo vestido de paisano, o investido de traje. O decidido a decidir, sin mucho éxito. O decidido a vivir, con mucho éxito.

O hablando con la gente, sin que le entiendan. O cautivando a desconocidos, que no le necesitan entender.

O haciendo de militar, obedeciendo a su instinto. O haciendo de niño, con olor a felicidad.

Aunque muchas de las mejores veces le recuerdo bebiendo por afición, conmigo al lado, para pasar cada fin del mundo inadvertidos en noches de copas.

Y hoy, que ya casi sumamos un siglo entre los dos, celebro este especial cumple en el que 'la alegría y la tristeza viajan en el mismo tren', con doble ración de abrazos sin brazos.

Muchas felicidades, zorreras, y que cumplas muchos más, por lo menos otros tantos como yo. 

domingo, 16 de junio de 2013

A Begoña

Los vivos invaden los cuerpos de los otros vivos, incluso después de muertos. Viene a ser lo que comúnmente denominamos ‘cariño’, supongo. Y ese cariño es lo que yo siento ahora, a pesar de la muerte de Begoña, la madre de Toy y de Miki. Porque hay personas especiales, como ella, capaces de hacerte regalos en forma de cariño después de muertas.

A mí me parece que entre la noche del sábado 15 de junio y la mañana del domingo 16 hayan pasado muchos años. Casi tantos como los que conozco a la entrañable familia Martín Valdería, porque los buenos tiempos siempre dejan bonitos desperfectos cuando se pierden.

Por eso ahora me acuerdo de cosas tan estúpidamente maravillosas como las salchichas con vino al microondas, o el chiringo, o la celebración de la virgen del rocío en la iglesia de San Roque, la misma en la que se despedirá mañana Begoña de sus gentes.

Todos los que queremos tanto a esa familia tenemos metido en el cuerpo la pena, pero yo, aunque no los haya visto, no dejo de ver los ojos de luto de un gran amigo.


Mucho ánimo, y descansa en paz, querida Begoña

sábado, 15 de junio de 2013

Mis cardinales (25)

A veces uno intenta escribir algo de color rosa, pero le sale negro, porque es mucho más divertido. Y a cada palabra que añade, más negro se pone. Y más miedo te da divertirte con ello.

Otras veces te da por escribir algo de sexo sugerente, pero te sugieres a ti mismo no meterte en líos.  

Entonces escuchas una canción nueva. Sobre los buenos y los malos. Sobre los soles de invierno. Pero antes de darle al play de nuevo me pongo a leer alguna novela sobre las mil vidas que hay que vivir antes de morir.

Creo que cada vez me explico peor.

sábado, 8 de junio de 2013

No he vuelto

Hace tiempo que no tengo mucho tiempo para escribir, ni para no tener ganas de escribir. También hace tiempo que no cambio de empleo, ni de pasado mañana. Por eso sigo con mi pasaporte en regla, aunque en la foto sale un tipo que no se parece mucho a mí. Debe ser porque uno arrastra unas saludables inercias, que son puramente profesionales, y nada más. 

Pero en mi cara sigue destacando la irónica mueca torcida de siempre, aunque ahora cumple funciones de risa y de risa miedosa. Porque yo tampoco creo, como decía Umbral, que la cara sea el espejo del alma. El alma, si acaso, tiene que ser algo más íntimo, más elaborado. 

Por eso algunas tardes mando telegramas urgentes sin destinatario. Y otras mañanas me dedico a hojear una naranja, como si fuera un libro abierto. Entonces me vienen las ganas de exprimirme un zumo de güisqui de garrafón, y de abrumarme con preguntas sin respuesta. Pero lo que más me apetecería ahora es buscar un tugurio abierto a partir de la media noche.

Ahora me parece que terminar este post es casi tan estimulante como empezarlo. Bueno, os dejo, me voy a una fiesta donde no se festeja nada.