Mañana es 25, 25 de diciembre; Para mi no es Navidad, es el día de Lostau, de Alfredo, del consomé, del moet chandon, de la mesa engalanada; la vajilla de París, las porcelanas de Italia, las metopas de la mar.
Hace días escribía, con media copa de ironía, ésa que tanto me gusta, que las fiestas navideñas son sólo un simulacro de paz y de amistad, un empujón de El Corte Inglés para abrazarnos y comulgar en paz. Al pensar en tus navidades, me arrepiento de lo escrito, y me disculpo ante ti. Hoy, desde el hogar dulce hogar, te mando querido Alfredo, mucha fuerza de los tuyos, los de siempre, los de verdad.
Ahora duermes muy profundo, como haciéndote notar. ¡y vaya si se nota! En Valdecilla se extrañan de tu enorme corazón; nosotros ya lo sabíamos; por eso te echamos de menos y esperamos verte pronto; y en cuanto despiertes del sueño, volveremos a entonar, 25 de diciembre, 25, zum, zum, zum.
Hace días escribía, con media copa de ironía, ésa que tanto me gusta, que las fiestas navideñas son sólo un simulacro de paz y de amistad, un empujón de El Corte Inglés para abrazarnos y comulgar en paz. Al pensar en tus navidades, me arrepiento de lo escrito, y me disculpo ante ti. Hoy, desde el hogar dulce hogar, te mando querido Alfredo, mucha fuerza de los tuyos, los de siempre, los de verdad.
Ahora duermes muy profundo, como haciéndote notar. ¡y vaya si se nota! En Valdecilla se extrañan de tu enorme corazón; nosotros ya lo sabíamos; por eso te echamos de menos y esperamos verte pronto; y en cuanto despiertes del sueño, volveremos a entonar, 25 de diciembre, 25, zum, zum, zum.
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