Se llama Marina de Apraiz Mosquera y es la última en llegar. Dentro de poco, si no me contradicen ya desde el PAU de Vallecas, será la penúltima, pero de eso ya hablaremos.
Marina empezó su biografía el 21 de abril de 2010. La encargaron en Galicia y desde allí llegó, unos días después del apagón analógico. El mismo día 21 por la noche hablé con el padre, el gran Sepe, y estaba emocionado y feliz, aunque compaginaba la gran noticia con un tocado de laurel de espinas por el enésimo marrón de su curro.
Entonces fue cuando nos dedicamos a bromear en serio. Cuando nos dedicamos a jurar en vano. Cuando nos dedicamos unos minutos de lealtad a plazos.
Y yo quería una prueba de inmortalidad, una prueba irrefutable que demostrara que la ciencia salió nuevamente triunfadora. Y aquí está. Para que engorde el pequeño diario de felicidades. Brindo por ella, por Sandrinha y por todos los Apraices al oeste de Expaña.
Muchas felicidades.
2 comentarios:
Enhorabuena, Sepe. Menos mal que todavía queda gente que aporta lechones dispuestos a cuidar de sus mayores y a aportar a la Seguridad Social... Un fuerte abrazo.
UN FUERTE ABRAZO,CRACK.
Y TAMBIEN PARA SU MADRE,VERDADERA SUFRIDORA.
JAVI.
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