viernes, 25 de abril de 2008

Ataúlfo Argenta vuelve a Madrid 50 años después de su muerte

Toda la gran familia que seguimos con devoción cada peldaño que escala con esfuerzo el Aula de Cultura La Venencia de Santander, teníamos una cita grabada en el calendario desde hace semanas.

Otros señoriales escenarios habían albergado en el pasado la puesta de largo de las muchas publicaciones que han brotado de este grupo de magos ilusionistas que tiran del carro de la cultura desde Santander. El jueves 24 de abril el escenario elegido fue la Casa de Cantabria en Madrid, cuyo salón de actos estaba a rebosar, engalanado para vivir una de esas noches bordadas para dejar huella en el recuerdo.
El programa de festejos arrancó con unas breves y amenas palabras de presentación de Carlos Paniagua, Presidente de la Casa. Tras él tomó el micrófono el Consejero de Presidencia y de Justicia del Gobierno de Cantabria, Vicente Mediavilla, que viajó desde Santander expresamente para el acto. Siempre es de agradecer el apoyo de los políticos a estas causas, pero no voy a gastar ni una palabra más en él. Uno no es demasiado iluso y, por tanto, lo del entusiasmo a ultranza concedido a un político, por cualquiera, me parece un signo de escasa sensatez. Si para algo no están hechos, es para los pedestales.



Inmediatamente se proyectó un documento audiovisual con los hitos del Aula desde su constitución hasta hoy, y en seguida, uno de los platos fuertes de la noche, la conferencia sobre Ataúlfo Argenta recitada de memoria por Salvador Arias Nieto, Presidente del Aula y autor del libro biográfico, ‘Una batuta para la historia’. Con el vértigo que supone la presencia en primera fila del patio de butacas de las hijas del homenajeado músico, desgranó con entusiasmo y tino algunos de los episodios más importantes de las casualidades y hazañas de la vida de Argenta.
Salvador es un ser que huye conscientemente de lo cotidiano, y que contagia fuerza e ilusión en cada proyecto en el que se embarca, empujando al que le rodea a preferir el con al sin. En torno a su magnetismo y fortísima personalidad levantó, ya hace casi catorce años, la constitución del Aula, una institución que hoy ya camina con velocidad de crucero gracias al fabuloso capital intelectual y humano que aglutina, un nutrido grupo de personalidades de diversos ámbitos de la sociedad atraídos al proyecto con la conciencia de que siempre es mucho más lo que une a los hombres que lo que los separa.
La velada tuvo como colofón lírico las actuaciones de la excepcional pianista Laura Garmendia, que interpretó Córdoba y El Albaicín de la Suite Iberia de Albéniz, y del tenor José Manuel Conde, acompañado por el pianista y director de orquesta Sergio Culman, que arrancaron animosos aplausos del respetable, dando paso finalmente a la inauguración en la sala de arte Gutiérrez Solana, de la misma Casa de Cantabria, de una exposición de nueve serigrafías incluidas en una carpeta en homenaje y recuerdo a Argenta.
La distendida cena final, en el restaurante ‘El Emboque’ de la Casa de Cantabria, dejó en nuestros paladares el recuerdo de una noche para la que no se me ocurre ningún conjunto de palabras que refleje el hondo sentimiento de entusiasmo y satisfacción que nos embargó a todos.
Y el próximo acto habrá que volver a aspirar a lo imposible, con la vista puesta en el faro de las altas faenas.

Reseña publicada en El Diario Montañés sobre el acto

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante redacción.

Anónimo dijo...

No pude asistir a la velada porque estaba informando el partido del Bayern de Munich, ya sabes, este trabajo ma va a matar.

BORJAMON dijo...

Gran faena del Sr. Arias Nieto y brilante reflejo de Arias Robles. Felicidades.