Yo solo tenía que hacer lo que había que hacer.
Sólo tenía que dejarme llevar y conducir sin frenos hasta la cima al que fue, no hace tanto, el grupo de moda.
Sólo tenía que asegurarme que nuestros ídolos no están todos muertos, y sobre todo, sobre todo, debía asegurarme que intentaríamos llegar a la hora de la verdad con el reloj puesto en hora.
Y lo tuvimos cerca. Tan cerca que valió la pena. Fue fácil, lo confieso. Bastó con ponerme un par de vasos anchos en los ojos para descifrar lo que la noche no te deja ver. El resto fue coser y cantar.
Es verdad que el día siguiente fue duro. Y el otro. Y el otro. Pero hay que sobrevivir a la escena del crimen.
Confieso que no me enteré si quedó alguna cuenta pendiente; me sorprendería ingratamente que no fuera así. Volveremos a saldarla.
Lo que sí recuerdo nítidamente es que no me pusieron mi canción favorita en toda la noche, y me volví a casa esperando noches más duras que habrán de venir. Me piré a casa sin contar las baldosas al andar.
Y con la inspiración reciente del Daiquiri blues, del talento más delirante y apoteósico que pisa el firmamento musical español, os dedico estas letras a vosotros, a la peña presente y a la peña ausente.
Punto y coma. Punto y aparte. Y viceversa.
Sólo tenía que dejarme llevar y conducir sin frenos hasta la cima al que fue, no hace tanto, el grupo de moda.
Sólo tenía que asegurarme que nuestros ídolos no están todos muertos, y sobre todo, sobre todo, debía asegurarme que intentaríamos llegar a la hora de la verdad con el reloj puesto en hora.
Y lo tuvimos cerca. Tan cerca que valió la pena. Fue fácil, lo confieso. Bastó con ponerme un par de vasos anchos en los ojos para descifrar lo que la noche no te deja ver. El resto fue coser y cantar.
Es verdad que el día siguiente fue duro. Y el otro. Y el otro. Pero hay que sobrevivir a la escena del crimen.
Confieso que no me enteré si quedó alguna cuenta pendiente; me sorprendería ingratamente que no fuera así. Volveremos a saldarla.
Lo que sí recuerdo nítidamente es que no me pusieron mi canción favorita en toda la noche, y me volví a casa esperando noches más duras que habrán de venir. Me piré a casa sin contar las baldosas al andar.
Y con la inspiración reciente del Daiquiri blues, del talento más delirante y apoteósico que pisa el firmamento musical español, os dedico estas letras a vosotros, a la peña presente y a la peña ausente.
Punto y coma. Punto y aparte. Y viceversa.
Nos has godido.
9 comentarios:
Espero que lo del fumeque sea sólo una pose para la cámara porque adquirir estos vicios con 40 palos es muy triste...
Lamentable mi ausencia. Me dirigía a La Tertulia cuando fuí llamado de urgencia a que me incorporara a los platos del Circus (ser imprescindible es lo que tiene).
Cerré la sesión con 'La chica de ayer', versión 80-08.
A ver para la próxima.
Ya sabes, Pet, los "truquitos" varios para amenizar a la peña.
Jua, jua.
Pero el de Borin con el cigarro boquilla para afuera, no lo conocía. Siempre se aprende algo.
Aunque el sabor que debe de dejar en la boca será de aupa.
El Shatto tiene una pose muy de método interpretativo, convincente. Lo de Borin es más circense. Se lo he visto al Negro en alguno de esos vídeos que andan por YouTube...
En cualquier caso, el tabaco cada día me da más asco. Qué le voy a hacer.
Dicen los analistos políticos que, con la edad, todos los vicios van a más. Sólo hay uno que, desgraciadamente y por imperativo legal, va a menos. Si es que es un vicio.
Si, pero ya sabes Pet que para quitar el sabor a tabaco nada mejor que un "buchito" de "wiscola".
Jua, jua.
Eso seguro. Además, esas indumentarias, con números, cardos y demás me retrotraen a algunas liadas pardas de hace décadas.
PETE,YA SABES QUE LO DE FUMAR NO VA CONMIGO.PERO UNO O DOS CIGARRILLOS AL AÑO NO HACEN MAL A NADIE,ADEMAS NO LAS CALO PORQUE NO SE.ES COMO CUANDO NOS ENCONTRAMOS "LA FAMILIA SANTANDERINA" A FUMAR UNOS PURITOS DE VEZ EN CUANDO.
EL NUMERO DE BORIN CON EL CIGARRILLO FUE LA OXXX Y CAMBODIA.
VAYA CRACK.
ME CHOCO UN POCO VER A LITROS CON UNA CAMISETA CON LA FLEUR DE LYS.
NOS VEMOS.
Qué cosas hay que ver... amigo Shatto.
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