sábado, 30 de junio de 2012

Muchas felicidades


Ayer bajé como cada día a revisar el buzón de mi casa. Había una carta fechada para el 30 de junio de 2012, pero el destinatario no era yo, sino alguien con el que comparto mi vida casi desde el principio. 

Alguien que nunca se asusta, porque sabe que su vida comienza no solo cada 30 de junio, sino cada día. Alguien empeñado en ponernos una sonrisa en la boca, no solo cada 30 de junio, sino cada día. Alguien que es muy difícil saber dónde empieza y dónde acaba, de lo grande que es, y no solo cada 30 de junio, sino cada día.

La carta se abría con una clásica felicitación de cumpleaños, al estilo de la de los payasos de la tele, y se cerraba con el no menos mítico, ‘zorreras, que cumplas muchos más’.

viernes, 29 de junio de 2012

Raros e infelices


71. Los hay raros, porque prefieren el tequila con sal y limón. Los hay infelices, porque prefieren tomar el tequila en soledad.

72. Los hay raros, porque creen que lo que dios te da, dios te lo quita. Los hay infelices, porque mezclan cubatas con agua bendita.

73. Los hay raros, porque naufragan imitando a Joaquín. Los hay infelices, porque naufragan imitándose a sí mismos.

74. Los hay raros, porque quieren volver en limusina a su niñez. Los hay infelices, porque viajan al futuro en trenes sin destino.

75. Los hay raros, porque creen que el cielo está cerca del mar. Los hay infelices, porque creen que el infierno está lejos del mar.

jueves, 28 de junio de 2012

Raros e infelices


66. Los hay raros, porque creen que un bocazas es un ser condenado a hablar. Los hay infelices, porque solo hablan cuando ya es demasiado tarde para callar.

67. Los hay raros, porque creen que los reyes magos son sus padres. Los hay infelices, porque creen que sin carbón no hay reyes magos.

68. Los hay raros, porque desean que los deseos se cumplan. Los hay infelices, porque no desean verse cara a cara con la cruda felicidad.

69.  Los hay raros, porque se curan de los recuerdos a base de olvidos. Los hay infelices, porque prefieren olvidar tomando pastillas en sus horas muertas.

70. Los hay raros, porque cuentan las horas por bares. Los hay infelices, porque llegan a los bares siempre a deshora.

martes, 26 de junio de 2012

Raros e infelices


61. Los hay raros, porque sueñan con que el verano reemplace al verano. Los hay infelices, porque se asustan al volver a ver la playa de su niñez.

62. Los hay raros, porque piensan que uno nunca es completamente infeliz. Los hay infelices, porque piensan que uno nunca es completamente feliz.

63.  Los hay raros, porque creen que lo que provoca la infelicidad es pensar en uno mismo. Los hay infelices, porque solo saben pensar en sí mismos.

64. Los hay raros, porque creen que su deber es vivir. Los hay infelices, porque creen que su deber es vivir honradamente.

65. Los hay raros, porque sueñan con vivir el final de un cuento. Los hay infelices, porque tan solo se conforman con empezarlo.

domingo, 24 de junio de 2012

Raros e infelices


56. Los hay raros, porque se rascan pensativos la melena. Los hay infelices, porque calculan el coste del placer remunerado.

57. Los hay raros, porque se toman en broma el extranjero de Camus. Los hay infelices, porque se toman en serio el amor y la pedagogía de Unamuno.

58. Los hay raros, porque piensan que el matrimonio es una formalidad necesaria. Los hay infelices, porque empezaron un proyecto de gestación fuera del matrimonio.

59. Los hay raros, porque quieren escribir álgebra en verso. Los hay infelices, porque creen que es echar a perder el álgebra y el verso.

60. Los hay raros, porque se burlan de los que no comprenden las burlas. Los hay infelices, porque no saben deletrear la verdad cubierta por la ironía.

viernes, 22 de junio de 2012

Raros e infelices


51. Los hay raros, porque sueñan despiertos con otras personas. Los hay infelices, porque si pudieran soñar pesadillas por otras personas, lo harían.

52. Los hay raros, porque creen que ahora ya no se parece a siempre. Los hay infelices,  porque ya saben que cada vez les dura menos dura.

53. Los hay raros, porque se acuerdan que hace tiempo hubo alegría. Los hay infelices, porque han olvidado sus alegrías.

54. Los hay raros, porque creen que el amor es azul. Los hay infelices, porque los ojos azules de aquella niña no han visto nunca el mar.

55. Los hay raros, porque se ciegan con los amores de los bares. Los hay infelices, porque no conocen la ceguera del amor.

miércoles, 13 de junio de 2012

Mis cardinales (18)


Hoy es San Antonio, junio 13. El día perfecto para recordar una canción perfecta. Para mí, la última gran canción del Vega. ¿Que por qué?

Pues porque a mí me parece un obituario cantado por anticipado. Porque una vez más el Vega trata de huir al sitio equivocado. Porque avanza para quedarse solo. Porque se escapa a ninguna parte. Porque parece el culpable de sus sueños. Porque pinta un paraíso del color del infierno. Y porque al escucharla, como dijo el poeta malhablado, te duelen hasta los cojones del alma.

Felicidades a las Antonias.