Vas a muerte con la vida. Vives
en el mismo sitio de mi recreo. Tus amigos son la sombra que más calor te da.
Haces cumbre con los pies en el suelo. Mezclas la física y la química con el
güisqui con cocacola.
Tienes el corazón encima de los
hombros. Nadie se arrepiente de haberte conocido. Nunca te vas cuando se te
espera. No te gusta hacer trampas para ganar.
Por eso, cada vez que tu vida se
cruza con la mía, como si se hubieran parado los relojes en la oscuridad, como
si se hubieran blindado las puertas abiertas, te deseo muchas felicidades,
y que cumplas muchos más, zorreras, al menos otros tantos como yo.
SiempreVega