jueves, 28 de julio de 2011

Que ciento volando

76. En ocasiones veo mil soles espléndidos.
77. Prefiero hacerme a pili que hacer la mili.
78. Flaubert disponía las comas pacientemente.
79. Me gustan las historias de perdedores.
80. Yo también prefiero el estilo al argumento.

martes, 26 de julio de 2011

Los 40 de Silvi

Mucho antes que el caminante de Johnnie Walker sufriera los rigores de los creativos y cambiara el sentido de sus pasos, existía ya La Venencia. Corrían tiempos de platos rotos, de resacas diarias, de amaneceres tardíos; tiempos de mocedad y salves rocieras, tiempos de aceite Ybarra y olé, olé y olé; tiempos de fascinación por lo imposible, de generosidad siempre al alcance de la mano.

Poco tiempo después se constituyó el Aula, y, con la ayuda de los éxitos académicos cosechados, La Venencia se embarcó hacia su única vocación real, el arte, ése que les ha proyectado hacia la celebridad cotidiana, que representa por sí solo una manera especial de vivir, y que les convierte en un activo intangible de carne y hueso.

Durante este proceso de metamorfosis es cierto que su anagrama también se ha modificado, como el de Johnnie. Pero el cambio es sólo una especie de maquillaje literario, al estilo de la Belisa de Lope, porque su esencia también ha permanecido inmutable.

Y Borja, que conoce esta historia de primera mano, prefirió ponerse otra vez en manos del incondicional apoyo venenciero. Prefirió la novela romántica basada en el predominio de la imaginación. Prefirió conferir prioridad a los sentimientos. Prefirió buscar lo imposible con un lenguaje renovado. Prefirió dar ilusión a la realidad. Prefirió combinar el vino decantando con las emociones ensalzadas.

Y por eso, para celebrar de una manera sonada los primeros cuarenta años de Silvia, se olvidó de agarrarse a migas rotas y confió ciegamente en aquello que permanecía unido por una indestructible amistad.

Y así se fraguó la ‘cuarentena’ en la sede de la Virgen de la Paloma, paso a paso, con secretos gritados a los cuatro vientos, justo al mismo tiempo que los espejismos de unos se cruzaban con los de otros.

Y para conseguirlo se viró a babor desde Deluz hasta Catal. Y se mandaron mensajes sin destinatario. Y se decoró la sede social con flores perfumadas y con manteles de color. Y se izaron velas con jamón y queso. Y se cortó pan blanco. Y se oreó vino de reserva antes de ser catado. Y se bebió con pundonor. Y se contaron los amigos de dos en dos, inflamados en amor patrio.

Y se proyectaron felicitaciones e imágenes llegadas de allende los corazones. Y se monologó. Y nos dimos las emotivas gracias. Y la emoción se hizo visible. Y se rió con expresiva franqueza. Y se cantó el cumpleaños feliz. Y se enmarcó un bodegón. Y se firmó en el libro de familia de los amigos. Y se acabó con un brindis cuando ya casi salía el sol.

Así se tejió este especial aniversario feliz, con una encuesta de satisfacción, con una nota de sobresaliente para el comité organizador, con la patente de la felicidad rubricada, y con un regusto en el paladar como sólo lo saben degustar los amigos para los que el mundo sería distinto sin compartir momentos como éste.

domingo, 24 de julio de 2011

Que ciento volando

71. No me preocupan los problemas de la gente sin problemas.
72. No es lo mismo compromiso que implicación.
73. Mi vida normal no es como tu vida normal.
74. Que no se den cuenta de que te has muerto.
75. Gertrudis era una huérfana virgen cargada de hijos.

viernes, 22 de julio de 2011

Que ciento volando

66. A la tía Tula. Gertrudis. La madre virgen.
67. Hay viejas que se empeñan en permanecer jóvenes.
68. Sólo me gustan los perros verdes.
69. No me gusta la improvisación a la fuerza.
70. Sólo fracasa el que no se (le) levanta.

jueves, 21 de julio de 2011

Vacaciones en d-1

Siempre que uno empieza sus vacaciones de verano debe ser consciente del número de sabañones con los que acude a la mar.

También es aconsejable buscar su verdadero género de dentro afuera, y recorrer el camino de vuelta a casa como si fuera sólo de ida.

Una vez en destino sólo queda engalanarse con las peores galas, estrenar tu mejor chándal, desaliñarse con tu propio estilo formal y, sobre todo, tomarse la vida sin aspavientos y sin ejercicios de estrés.

El resto es fácil. Sólo tienes que desayunar pan y circo, agraciarte con la virtud de lo trivial y coger un par de testigos para que den fe de tu felicidad.

En ello estoy.


miércoles, 20 de julio de 2011

Mis cardinales (8)

Dicen que el hábito de ver desgraciados y sus desgracias endurece el corazón. Es lógico. Por eso lo que se sobreentiende, lo irónico, lo sarcástico, lo cáustico, juega una función tan precisa en la vida.

Quizá por eso hoy me haya acordado de ‘todavía una canción de amor’, que lleva el sello indeleble de Sabina, y que no necesita ni testigos ni desgracias para cantarla más de dos veces seguidas.

’Todavía una canción de amor’. Año 1995. Joaquín Sabina/Andrés Calamaro. 'Palabras más, palabras menos'. Los Rodríguez. Warner music.


Que ciento volando

61. Prefiero ponerme morao a ponerte verde.
62. Si hubiera un infierno para tontos, estaría completo.
63. Después de la áspera riña, la delicia de la reconciliación.
64. Quién fuera como el Medio-hombre de Trafalgar.
65. Concierto para instrumentos desafinados. Nágera.

lunes, 18 de julio de 2011

Que ciento volando

56. Enrique, Andrés, Joaquín y Antonio.
57. Los prudentes somos unos cobardes.
58. Vicky, Quique, José Ignacio y Antonio.
59. Hay cremas para el día y para la noche. No te equivoques.
60. De todos los blogs del mundo, has tenido que caer en éste.

sábado, 16 de julio de 2011

La Venencia joven

Después de correr siguiendo las líneas de la mano. Después de veranear por los inviernos del mes de julio. Después de hurgar por las entrañas de la noche. Después de estirar las horas muertas. Después de tomar adrede la ruta equivocada. Después de abandonar las viejas lecciones sin empezar. Después de desoír los consejos de administración. Después de sacar toda la carne del asador. Después de desenterrar mi hache de guerra. Después de no echar de menos una copa de más. Después de mirarme en tu espejo roto. Después de hacer cumbre en los males de altura. Después de bendecir los bienes que engordan. Después de ofrecer mi sonrisa torcida. Después de fumarme tus malos humos. Después de eternizarme en las salas de espera. Después de deshojar las margaritas en vaso ancho. Después de sacar los quicios de las puertas. Después de matar al tiempo a traición. Después de construir mi casa sin el tejado. Después de mirar dónde acaban tus pies. Después de contar tus secretos a voces. Después de perder finalmente mis principios. Después de confesar mi crimen perfecto. Después de encontrar las ocasiones perdidas. Después de darme un batacazo premeditado. Después de despertar a tu princesa más azul. Después de sospechar de los días amables. Después de morder el limón de tu cubata. Después de releer a los clásicos de vuelta. Después de volver a entrar en los sueños de alguien.

Después de todo, me pillé un taxi y a la noria.




jueves, 14 de julio de 2011

Las 40 trompetas de Agux

Él seguramente no se acordará de aquel momento, porque el olvido también es selectivo; casi tanto como la memoria. O quizá no lo recuerde porque la pequeña historia que voy a contar sea sólo un trasunto antediluviano vivido a orillas de la academia Osma. O puede que sea sólo fruto de mi dulce paramnesia.

El caso es que faltaban sólo unos días para el examen final: el tercero, el del pasmo, el del ser o no estar, el de los indultos; el de los anversos; el que se libraba en el margen del mundo, en la apacible cima del horror.

Y entonces yo, joven aspirante sobre el que pesaba el dudoso honor de haber vivido un año antes aquel mismo abismo, recibí una llamada de teléfono de Agux.

Era una llamada de las de antes, con el 91 delante, de fijo a fijo y sin display de reconocimiento previo. Una llamada en la que me pedía que recitara en prosa los diretes de mi experiencia de aquel mismo día del año n-1.

Y, aunque suene a falsa modestia, lo debí hacer bien, porque el recio tribunal tragó con los dos; quizá porque no querían interrumpir el encanto de aquel principio de amistad.

Y desde entonces vivimos vidas profesionales paralelas, como las de Plutarco; y vidas personales entrelazadas a base de una infalible amistad, como algunas otras de la 9/97 que ahora no recuerdo.

Por eso hoy aplaudo en alto su feliz cuarentena, su primera media mitad, el siguiente punto y seguido de una biografía redonda, cuajada de un vistazo. Y para celebrarlo me vuelvo a dejar crecer la gorra de narrador de otras vidas; vidas que, de alguna manera, también me pertenecen.

Y ahora, para tamizar esta carta de cordialidad e ironía, podría relatar algunas peripecias de su infancia vividas a orillas del Tormes. Pero es que no las conozco. Aunque si lo hiciera casi nadie se daría cuenta del desliz, porque esto de la pluma es sólo cuestión de imaginación y desvarío. Y de más pluma.

Así que antes de regresar al futuro para hablar de su pasión por el jazz y de los dobles fondos donde esconde cedés de la vieja Europa del este, os dibujaré su perfil desde mi inopia ‘de la cántabra’.

Para ello me valdré de las haches mudas y de algún que otro palíndromo y, sobre todo, de un ramillete de palabras especialmente escogidas para que se anoten en el libro de familia que se escribe mientras se comparte la vida.

Empezaré diciendo que al Agux que yo conozco nunca le imagino asistiendo a ningún Concilio de Trento; será porque nunca necesita pedir perdón a sus amigos. O será porque existen demasiadas dudas en la fe.

Seguramente por eso su verdadera vocación no es la de cura, sino la de padre; profesión de riesgo que ejerce como nativo las 24 horas del día, tanto en noches laborables como en fiestas de guardar.

Y hoy, el 14 de julio del pobre de mí de 2011, cumple sus primeros 40 años a bordo del mismo cascarón de siempre, al que ha sumado tres costillas descendientes, todos varones, y mucha retranca compartida con su portal de Belén.

Gascó es un deportista activo, de los que practica en buena lid con la fuerza de un verraco vetón. Por eso no le pega ni el amanerado apelativo de ironman, ni los dopajes con pastillas de diseño.

Es de las personas que no necesita caer para volver a subir, y tampoco se empeña en desenrollar las persianas del revés, porque su cordura no le obliga nunca a querer ser más de lo que es.

A Agux nunca le delatan las torpes explicaciones que están de más; por eso no suele hablar ni del fin del espacio infinito, ni del invisible paso del tiempo. Y aunque se pasa por el forro el decreto ley del aparentar, nunca hace ascos a un buen juego de palabras, de ésos que sabe de antemano sólo conducen a un buen eclipse de mar.

Aunque te parezca un hombre de callados exilios interiores, si te quitas la cal de los ojos y te aflojas el nudo de la garganta, encontrarás un ácido conversador que se rodea de ingeniosas metáforas al calor de sus cuatro paredes.

Y delante de una mesa decorada con una fabada asturiana siempre se comporta con heroico valor, como uno de esos hombres de hierro forjados en tantas batallas que acaban lanzando promesas cuando rebosan los vasos.

Si te da por ser bilingüe en noches de insomnio, su blog te sacará de la mediocridad que te mece, y entonces entenderás que ya se mentía sobre el freejazz antes del mayo de París.

Ya hace tiempo que, de noche en noche, se transforma en nuestro perro lazarillo del jazz; y lo hace sólo para mostrarnos la diferencia entre las puertas falsas y las verdaderas. Pero es que, para los ignorantes que le intentamos seguir, cualquier puerta es válida cuando es el ilegítimo de Tete en la tierra quien nos la intenta mostrar.

Muchas felicidades, gran Agux, a ti te deseo éxitos a pares, y a vosotros otros sólo os deseo amistades simpares como la suya.

Y te mando este rito de amistad en un día de esos que huelen a acontecimiento importante. ¿Qué por qué lo hago? Pues porque unos dicen que es el destino. Otros que es cosa de dos. Otros que es cosa de Dios. Algunos dicen que es la química, como explicación que no explica nada.

Yo digo que el secreto de la auténtica amistad pasa de un tiempo a otro y nadie es capaz de determinar su verdadero sexo y condición.

Fuerte brazo, compañero.

miércoles, 13 de julio de 2011

Cumpleaños feliz

Hoy cumple 42 palos el Borin. Y a mí casi se me pasa, porque yo me acuerdo de su amistad todos los días. Y ni sanseacabó ni sanseempezó. Porque, para él, vivir es un deber. Y lo celebraremos el viernes. Sin togas azules de nailon. Con medias rondas. Y hablaremos del Cáucaso. Y de la tía Tula. Y del apagón DELUZ. Y de la falsa pasión. Y de las ventajas del servicio militar. Y de los ingresos de los sindicatos. Y de la gracia y la belleza de algunas lugareñas. Y de la inmortalidad. Y del Vega. Y nos reiremos con sonrisa de guerra. Y, para acabar, un taxi y a la noria.


Muchas felicidades, catacrack.


martes, 12 de julio de 2011

Que ciento volando

51. Mi lado favorito de la cama está ocupado.
52. No te pregunto lo que piensas.
53. Por si acaso me lo cuentas.
54. Fractales. Josele.
55. Nunca llamo a las cosas por su nombre de pila.

domingo, 10 de julio de 2011

Que ciento volando

46. A veces se confunden las canciones y los momentos. Andrés.
47. Me gustan los nombres que parecen verbos.
48. Y los verbos que parecen nombres.
49. Robespierre fue guillotinado en 1794.
50. Zweig se suicidó en 1942.

viernes, 8 de julio de 2011

Mis cardinales (7)

Chica de ayer no es sólo mi primer amor. También es mi segundo plato. Y mi ti tercer ojo. Y mi cuarto de estar. Y mi quinto piso. Y mi sexto sentido. Y mi séptimo de caballería. Y mi octavo pasajero. Y mi noveno mes de embarazo. Y mi décimo de la ONCE. Y mi undécimo mandamiento.

Es una canción de antihéroes. De pundonor. De expresiva franqueza. De desdichas. De incomunicación. De realismo. De muchas biografías en una. De calma en medio de la movida. De juergas en medio de la calma.

SiempreVega.

’Chica de ayer’. Año 1980. Antonio Vega. 'Nacha pop'. EMI-Hispavox.

Que ciento volando

41. Las matemáticas, a veces, sobreactúan.
42. Me río con sonrisa de paz. Umbral.
43. No me creo el priapismo de DSK.
44. Felicidades, si no hay esfuerzo.
45. Enhorabuena, si hay esfuerzo.

jueves, 7 de julio de 2011

Mis cardinales (6)

Si te digo que cuando escucho a Luz asocio la música a la dignidad, seguramente no te suene a nada.

Si te digo que '18 años' narra una fugaz historia de amor entre una mujer madura y un chico que apenas ha cumplido la mayoría de edad, seguramente te retirarás a aquel sitio en el que se confunden los pensamientos y los recuerdos.

Si te digo que esta canción se trata de una versión que popularizó la cantante francesa Dalida, te parecerá que la felicidad no acaba nunca.

Y si te transportas al terreno de las baladas tristes, quizá imagines que el mar es muy grande y que en él cabe todo el mundo.

’18 años’. Año 2007. Luz Casal. ‘Vida tóxica’. EMI.

miércoles, 6 de julio de 2011

Que ciento volando

36. Tengo la costumbre de resucitar.
37. Ponme dos medios para llevar.
38. Xavi, Iniesta, Cesc y Thiago.
39. No sabemos lo que nos pasa.
40. Y por eso nos pasa lo que nos pasa. Ortega.

Mis cardinales (5)

Siempre me quedo sin palabras al escuchar Palabras. Es una sensación difícil de explicar.

Es como leer un disco. Como escuchar un libro. Como sentir un cuadro. Como degustar una fragancia. O como oler un manjar.

Es como un deber. Es como embarcarse en una nave que no vuelve más. Como tener patente para trasladarse a otro mundo. Es como escribir sin palabras tus propios recuerdos.

‘Palabras’. Año 1994. Antonio Vega. ‘Océano de sol’. Polygram.

martes, 5 de julio de 2011

Mis cardinales (4)

‘Si mis flores no te gustan, tíralas, para eso están’. Parece una frase hecha con la gravedad de las cosas santas pero, o mucho me equivoco, o tiene sólo que ver con un inflamado desamor.

Quizá esta canción narre hechos ficticios. Inventados. Pero para el que la escucha, parece una historia posible. Incluso podría sazonarse con algún juramento, para hacerla más creíble, pero siempre fuera del estribillo, por mantener las formas.

En su letra se comparten noticias y sentimientos. Las noticias son malas. Los sentimientos buenos. O al revés. El caso es que, al escucharla, te puedes embriagar de tantas maneras como gustes.

‘Nada más’. Año 1980. Mamá. José Mª Granados. Polydor.

lunes, 4 de julio de 2011

Que ciento volando

31. Ponte en mi lugar. Me quedan 70 más.
32. ¡Ten cuidado!, que hay mucho mamao por la noche.
33. Me tomo una más y me marcho.
34. La que nos hizo famosos.
35. Son, de Laredo, son, de Laredo, niña.

domingo, 3 de julio de 2011

Eran los días de la ocupación de París y la invasión a URSS

Había nacido en Viena, en 1881, y emigró a Brasil, a la ciudad de Petrópolis, porque no pudo soportar la anexión de Austria a la Alemania nazi. Era fiel a sus orígenes hebreos y le angustiaba la muerte de millones de judíos a los que trataba de salvar convenciendo a las autoridades brasileñas para que fundaran una colonia en alguna región del país. Su empeño fue inútil.

Esto no perturbó la edénica residencia del escritor en Petrópolis. Vivía en una colina en una casa parecida a la que habitó en Viena. La ciudad era bella y señorial. También vivía allí la cónsul de Chile, Gabriela Mistral, una de sus mejores amigas. Gabriela fue una de las primeras en acudir a la casa del suicidio apenas le comunicaron la tragedia.

Encontró aún tibio el cadáver de Zweig, perfectamente vestido en su lecho, con las manos en el pecho, el rostro sereno, Lotte -que se suicidó después- tenía la cara apoyada en el hombro de su marido y las manos cogidas a él.

Gabriela sollozó ante esa trágica visión y sólo atinó a decir “era llano como un niño”. Recién había almorzado con él dos días antes y preparaban la recepción al escritor Waldo Frank, que visitaría Brasil por esos días.

Planificó cuidadosamente el suicidio, eligió las sustancias tóxicas adecuadas para morir sin dolor, dejó trece cartas dirigidas a su ex mujer, a sus amigos más próximos, a las autoridades brasileñas.

Señaló por escrito la forma y el lugar en que debía ser enterrado y le entregó a su abogado una copia del testamento. La idea del suicidio siempre estuvo en su cabeza. Le gustaba citar una frase de Montaigne “cuanto más voluntaria es más bella la muerte”. Gabriela añadió “murió de guerra”. No soportó la ocupación nazi de casi toda Europa y la expansión del hitlerismo que parecía dominar al mundo.

En una de sus cartas de despedida escribió: “El mundo de mi lengua madre ha desaparecido y Europa, mi lugar espiritual, se destruye a sí misma. Mis fuerzas están agotadas por largos años de peregrinación sin patria. Así, juzgo mejor poner fin a tiempo. Saludo a mis amigos. Quizás ellos vivan el amanecer tras la larga noche. Yo estoy demasiado impaciente y parto solo”.

Fdo.: Luis Alberto Mansilla

sábado, 2 de julio de 2011

Que ciento volando

26. Hoy me quito la palabra.
27. Señora de rojo sobre fondo gris. Don Miguel.
28. La vida te lleva por caminos raros. Quique y Vasallo.
29. Como en casa de uno, en ningún sitio. Tú.
30. Como fuera de casa de uno, en ningún sitio. Sabina.

viernes, 1 de julio de 2011

Mis cardinales (3)

Mis cardinales no son sólo las de la movida, la de los pelos de colores. Hay sitio para todos y para todas. Y para Gloria Lasso, por supuesto, la diva que ni se llamaba Gloria ni se apellidaba Lasso.

La luna de miel es una canción a la medida del hombre, porque pasa de un tiempo a otro tiempo y hace que las cosas no cambien. Si tienes un momento libre, escúchala varias veces, porque todavía quedan plazas libres en el paraíso.

Que ciento volando

21. Vega que estás en los cielos.
22. Prefiero el nudo al desenlace.
23. Galdós, Flaubert, Tolstoi y Fiodor.
24. ¿Cuándo empieza otra vez la liga?
25. Millás, Madero, Camacho y Marías.