sábado, 21 de diciembre de 2013

El último post del 2013

Dramas y caballeros, hace meses que no corto mis pensamientos. Ni siquiera los que crecen en el jardín de rosas de aquella mítica canción.

Hace meses que no me sale la inspiración. Ni siquiera con la espiración de la chica de ayer; es como si se hubieran secado las calles mojadas, o como si los cabellos dorados ahora se parecieran al sol y sombra.

Hace meses que los moros me parecen todos unos simples cristianos. Como los que adoran al futuro balón de plata del año 13.

Hace varias amnesias que no me salen las dudas. Ni si quiera concentrando el oro de mi tiempo en mis vulgares certezas.

Hace meses que no me sale la prosa de tus versos. Ni del jondo del corazón, ni del melón partío.

Hace meses que ya no sale humo de las letras que leo. Será por culpa de las ciencias, o por la flor de las neuronas, o como dice Fito, por culpa de la luna.

Por eso quería escribir mi último post del año como si fuera un swot para la troika, sin fortalezas de vaqueros del oeste, con debilidades escondidas entre sombras, sin oportunidades de oro del corte inglés, y con amenazas de incendios de nieve e inmortalidad.

Porque el que acaba ha sido un año diferente; seguramente tú pienses lo mismo, pero por motivos distintos a los míos. Sólo espero que en tu caso no sea porque te has sumado voluntariamente a la estadística de seres humanos que han medicalizado el sufrimiento cotidiano, ya sabes, por la epidemia con la que se propaga el diagnóstico de la depresión. ¡Qué fuerte, hasta que no me tomo un café y una pastilla por la mañana no soy persona, qué fuerte! Y que lo digas, mujer.

Volviendo a mi post; en mi caso no ha sido un año diferente gracias a la estadística, y eso que me gusta, sobre todo cuando me favorece; tampoco porque el 2013 haya sido justo el siguiente a otro año bisiesto, que me la fuma, ni porque tú hayas conseguido sumar, como yo, otro año más a tu autobiografía, que no me la fuma.

Tampoco encuentro la diferencia respecto a años pasados por el simple hecho de que alguien haya cambiado arbitrariamente de sentido la calle de mi niñez y que, debido a ello, ahora no sepa si subo a Potes o si bajo a Santander.

Y tampoco me parece diferente porque haya conocido a personas que dicen en las redes sociales que aman a la gente en general, pero en cambio nunca le dicen a los ojos 'te quiero' a ninguna persona en particular.

Ni porque yo haya perdido, sin saberlo, varios amigos de mi imaginaria cuenta de Facebook. Me gusta. Comentar.

Ni siquiera porque ya tenga claro, por fin, que los artistas muertos venden más que los vivos. Y no hablo ni de vinilos ni de compás, hablo del arco iris que se ve al abrir la puerta de atrás. Todavía no es demasiado tarde, Lapido.

Creo que la razón es que este año he descubierto que hay algo más poderoso que la lógica, más divertido incluso que la interpretación diaria de la realidad, más satisfactorio que un ronmiel mezclado con la hora menos de las Islas Canarias, y más orientado al norte que un árbol con millones de ramas que apuntan sinsentido a todas las direcciones.

Pero ahora no recuerdo lo que es, y sólo sé que gracias a este potente y simbólico cambio este año no tengo grandes penas que echar de menos, salvo la de la comida más importante del día y, como diría Fesser, ésta es una noticia francamente. Muy grande Guillermo. Vuelve. Pero no vayas a 'qué tiempo tan feliz', por amor de 2.

Quizá mi olvido sea cosa de mi tendencia natural a evitar cualquier juicio extremo o a cualquier intromisión en lo ajeno, una maravillosa costumbre con la que siempre me congratulo, porque actúa siempre en defensa propia y, sobre todo, porque me evita tener que interesarme por los problemas de la gente sin problemas.

Espera, ya recuerdo lo que era....... era por la cirrosis, o por la sobredosis, o porque mi ca, ca, ca, cabeza da vueltas persiguiéndote......o porque ya es demasiado tarde para comprender....vaya, el Vega de nuevo. Tendremos cien años y no aprenderemos. El año que viene pondré más atención. El ciento uno.

Felisa me muero y próspero 2014, y que pases un buen Feliciano+Nadal.

SiempreVega. Eso no cambia.