sábado, 28 de septiembre de 2013

Mis cardinales (26)

Ella vive en todo el mundo. Él ve el mundo por la tele. Es el dormilón, de Iván Ferreiro. Y sueña con soñar lo que ella sueña.

Y así no acaba la historia. La historia sigue, o debería seguir, más o menos así:

Ella vive en el cielo. Él repugna el cielo desde el infierno.

Ella besa con besos de hombre. Él se muere por sus besos.

Ella envejece. Él ve cómo le dejan las cosas.

Ella pasa la tarde leyendo. Él lee sin leer.

Ella cree que la cara es el espejo del alma. Él cree que el culo está en el alma.

Ella hace un viaje para olvidar una pena. Él cambia de piso para cambiar de vida.

Ella va a fiestas donde no se festeja nada. Él celebra la costumbre.

A ella le gustan las novelas sin narrador, como a Flaubert. A él le gustan las novelas subjetivas, como a Proust.

Ella tiene buena memoria, y se acuerda también de lo malo. Él tiene mala memoria, y se acuerda sólo de lo bueno.

Ella cree que vivir es ver volver. A él le gustan los 3 infinitivos juntos.

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