miércoles, 6 de mayo de 2009

Todos los caminos llevan a ROMA

Ahora me acuerdo de aquél gol de Bakero en 1992 en Kaiserslautern; me acuerdo de cómo lo celebré, dónde lo celebré y con quién lo celebré. Han pasado muchos años pero, a partir de esta noche, ya no se me olvidará el gol de Iniesta en Stamford Bridge, nunca, ese momento en el que de repente surgió lo imprevisto y Andrés la pegó con toda su alma y la puso en la escuadra.

Lo malo es que ahora me dan ganas de escaparme al primer bar de la esquina y castigarme la razón con un buen mexcal, y cantar las 3 primeras estrofas del himno del barça, que son las únicas que me sé, y abrazarme a unos cuantos culés exiliados, aunque sean desconocidos, pero en vez de eso me tengo que conformar con escribir unas cuantas sensaciones para soltar la tensión del partido. Algo es algo.

Y no me canso de quitarme el sombrero ante Pep, el de Santpedor, al que sentencié en septiembre como no apto para entrenar al barça; ahora entiendo que no valgo para otra cosa que para abonado del plus y que deberé seguir sosteniendo el lapicero en mi oreja derecha por mucho tiempo, pero hoy tengo un pellizco de felicidad de esos que la vida te da pocas veces.

Ahora falta rematar las 3 faenas, y ya sabemos que predecir es muy complicado, especialmente si es sobre el futuro, pero hoy no quiero discutir sobre eso, hoy sólo quiero perder los papeles e irme a la cama a dar mil vueltas sobre la almohada con una sonrisa de perfil.

Qué grande Andrés, qué grande.


6 comentarios:

LITROS dijo...

¡¡¡PUFFF¡¡¡
-Sonrisa sarcastica-
¿¿¿O PUFFF-O???
-Mas sonrisa sarcastica-
Je,je.

Peter Mihm dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Peter Mihm dijo...

Ayer vi al Barça lejos de Roma durante mucho tiempo. Quería que ganaran a los perros ingleses, quería que Pep recogiera el fruto de su trabajo. Quería que se hiciera justicia con el fútbol de Messi, Iniesta, Xavi... Pensé que el Chelsea les iba a dejar fuera, pero la fe del equipo los mantuvo en el partido hasta el final y un chisterazo les metió en donde merecen.

Eso sí, ayer el Chelsea cerró casi todos los caminos al Barça; Eto'o no la olió; Messi siempre recibía fuera de posición y no logró regatear ni dos veces; Busquets estuvo fuera de sitio; al Barça le costó sacar el balón y llevarlo al área rival; no tiró entre los palos hasta el minuto 93; Alves parecía Míchel Salgado con sus pases meloneros... Pero había fe; una fe infinita y eso llevó al Barça a la final a pesar de tener un mal día (lleno de ganas, pero sin acierto) y con un árbitro que tuvo en sus manos lo fácil: haber pitado algún penalti al local, total, algunos hasta lo parecieron.

Me alegro de que pasara la apuesta del fútbol abierto y elegante. Pero me jodió mucho escuchar a Robinsosn y Martínez llamando "mezquino" al Chelsea. Joder, que esto es fútbol. Si marcas en el minuto 8 es legítimo tocar el Blues de Amarrategui. ¿Que nos es bello? ¿Que no es romántico? Pues no, pero es fútbol. Sentí que llamaban mezquino a todo el que no juega al ataque. Pero señores, ¿quiénes son los que juegan al ataque salvo el Barça?

Y, por cierto, el balón, querido Carlos Martínez, da en la mano de Piqué, aunque usted prefiera verlo en el pecho... No hay peor ciego que el que no quiere ver y los dos comentaristas del Plus son más forofos que Laporta.

Y ahora, a por el United, sí el Manchester Unai, que decía el Butano.

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=WOofD1T_4gM&feature=topvideos

Aunque me joda, ahí se puede seguir degustando el beluga.

Borin el anónimo.

LITROS dijo...

Cierto Pet.
El gol de rebote y tempranero es lo que mas podía desear un equipo con el estilo del Chelsea. Pero de mezquino, nada de nada, que crearon dos o tres ocasiones de gol (posibles penalties a parte), que tuvo que sacar Valdes, al que nadie le hace un monumento como a Iniesta.

pan-txoff dijo...

El gol de Bakero!! De que me suena a mí eso? Ahhhh! Ya!
Con retraso, pero penaltis aparte y señores del plus aparte, el 'momento Iniesta' permanecerá siempre en nuestro recuerdo. Un chavalillo de un pueblo de La Mancha rozó el cielo con los dedos.