domingo, 16 de septiembre de 2012

Raros e infelices

186.       Los hay raros, porque gruñen de amor a su pareja. Los hay infelices, porque acarician con desprecio a su pareja.

187.       Los hay raros, porque la ceguera les impide distinguir las verdaderas palabras de amor. Los hay infelices, porque la sordera les permite escuchar las dudosas palabras de amor.

188.       Los hay raros, porque les gusta la paella sin arroz. Los hay infelices, porque les gustan los relojes sin agujas.

189.       Los hay raros, porque pierden lo que tienen por querer demasiado lo que no tienen. Los hay infelices, porque pierden lo que tienen por estar cansados de estar cansados

190.       Los hay raros, porque quieren respuestas nuevas. Los hay infelices, porque no quieren preguntas viejas.

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