viernes, 28 de septiembre de 2012

Raros e infelices

216.       Los hay raros, porque nunca han perdido la razón. Los hay infelices, porque nunca han encontrado una razón.

217.       Los hay raros, porque todo lo que tienen que decir es que no tienen nada que decir. Los hay infelices, porque todo lo que tienen que decir ya lo han dicho.

218.       Los hay raros, porque les atraen los brillantes suicidios de las estrellas de Hollywood. Los hay infelices, porque les atraen los frustrados suicidios de las clases bajas.

219.       Los hay raros, porque reciben homenajes póstumos en vida. Los hay infelices, porque reciben homenajes póstumos.

220.       Los hay raros, porque el calor del hogar les deja fríos. Los hay infelices, porque el frío de la calle les pone calientes.

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