sábado, 19 de octubre de 2013

Mis cardinales (27)

A veces se me olvida que esta canción fue de las primeras que me gustó de Quique. Afortunadamente hoy me la he encontrado navegando por internet y, al escucharla de nuevo, se ha hecho un silencio lleno de sonidos conocidos. Ha sido un silencio personal, nada parecido al silencio de la soledad.

La canción suena a Sabina por los cuatro costados, porque su argumento es un pretexto, porque se enreda en los minúsculos problemas de la vida cotidiana, y porque recorre los oscuros territorios de la imaginación.

Te animo a que te tapes los oídos para escucharla, para que la puedas disfrutar perdiendo el sentido de la realidad.


SiempreVega

2 comentarios:

Ro dijo...

Hombre, hombre, qué tiempos aquéllos sin pedal steel...

BORJAMON dijo...

Joder que si suena a Sabina... por los cuatro costados. No la conocía (estoy muy puesto). Muy güena.