Cruel final para el EuroGetafe

Por circunstancias, ayer sólo pude ver la segunda parte del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA entre el Getafe y el Bayern de Munich; me encontraba con el gran Gutix en un bar situado a los pies del Vicente Calderón, y el Geta ya ganaba 1-0; además jugaba desde el minuto 4 de la primera parte con 10 jugadores por expulsión de De la Red. Reconozco que ambos comentábamos que el Bayern marcaría el empate en cualquier momento, y una vez conseguido, la eliminatoria se acabaría.

Tan en así que, una vez Ribery consiguió el empate a un minuto del final del tiempo reglamentario, decidimos irnos para casa, pues nuestros amplios conocimientos del fútbol nos decían que lo normal es que el rodillo alemán pasara por el Coliseo de Getafe: ‘El sueño europeo se había acabado’.

Al poco rato, al encender la radio del coche, Gutix me dijo que le había parecido oír que el Geta iba 3-1………así era. Y a falta de 10 minutos para terminar la prórroga nos despedimos, con nuestro discurso cambiado, pero con una cita que rescatamos del baúl del futbolero que ya ha sufrido varias cornadas mortales en sus carnes, recordando aquel partido de semifinales entre Francia y Alemania del Mundial de España’82, el mismo en el que el guardameta alemán Schumacher cometió aquélla terrible falta sobre Battiston, y en el que el equipo galo se adelantó en la prórroga por 3-1 y los alemanes, siempre los alemanes, empataron agónicamente y pasaron a la final en la tanda de penaltis.

Viví los últimos minutos del partido por la radio en el coche camino de casa, y cuando el cabezazo de Luca Toni puso fin al sueño europeo del Getafe marcando el 3-3, reconozco que me puse triste. Tanto como la España futbolera que se fue a la cama con media estocada en el alma, pues ayer todos éramos un poco del Getafe.

Hoy por la mañana, en el trabajo, todo el mundo hablaba de lo mismo, porque el Geta ayer nos dolió a todos. Los aficionados del equipo azulón se lo contarán a sus nietos, recordarán ese jueves 10 de abril de 2008 como el día en el que el cuatro veces campeón de Europa, el Bayern de Munich, eliminó dolorosamente a su equipo en el último minuto de la prórroga.

El fútbol fue cruelmente injusto con las ilusiones del Getafe. A pesar de la derrota, los aficionados y los directivos quedaron enormemente orgullosos de sus jugadores, y se fueron a la Plaza Cibelina, ayer corazón roto de la cuidad de Getafe, para saltar y animar a lo suyos.

Es difícil explicar con palabras el sentimiento de decepción, de tristeza, de vacío que deja una eliminación como ésta. Ángel Torres, Presidente del club, acabó con la mirada perdida y, tras el partido intentaba transmitir alegría y satisfacción por haber hecho historia, por haber congregado en su modesto estadio al Rey de España, al Príncipe de Asturias, a la Presidenta de la Comunidad, a los presidentes del Real Madrid y del Atleti, a jugadores como Raúl y Casillas…..

El fútbol, las gestas del fútbol, son historias como la de ayer, que se escriben para que permanezcan a lo largo de los años. Hay derrotas que provocan más cariño que un título tan importante como una Copa de la UEFA. La cantidad de cariño que hay hoy en España hacia el Getafe vale más que la Copa.

Pero el domingo el Getafe tiene otro partido importante, en el que se juega todavía asegurar su permanencia en 1ª división para el año que viene y, aún más, el miércoles siguiente está citado para la gran final de la Copa del Rey. La tristeza de anoche solo puede durar a lo máximo día y medio.

Pedro Castro, el singular alcalde de Getafe, comentaba con la voz entrecortada al final del partido que el fútbol le debe una al Getafe. Puede ser el miércoles en la final de Copa, aunque a mi me parece que el fútbol normalmente no paga lo que debe.