miércoles, 15 de julio de 2009

Galileo Galilei


Algunos dicen que es un santuario laico. Por ejemplo, Faemino y Cansado. Ellos son cómicos, y de los buenos, y suelen tener razón. Otros dicen que es un santuario a secas. Yo en estas cosas no me meto, que bastante tengo con lo mio.

Para mi es un templo que huele a viejo café, a escondite perfecto. Las mesas de mármol y las sillas de hierro son sus anomalías de identidad, tan agradables e incómodas que sólo las conservan ciertos antros. Y digo antro con todo el cariño del mundo, porque a mi lo que me gustan son los antros. Cuanto más antro, mejor.

Recuerdo que allá por el año 1995 acudí a la sala por primera vez. A ver un concierto del Vega, claro. Era un miércoles de una semana de invierno cualquiera, y supongo que me puse un polo bien arreglao, de los que se gastan en Santander, unos vaqueros y unos náuticos. Iba solo, con alone como se suele decir, y llegué media hora antes del comienzo del concierto. El gentío que esperaba pacientemente para entrar me dejó alegremente espantado. La consecuencia es que intuí los susurros de Antonio desde detrás de una acogedora columna sin vistas al escenario, ni al mar.

Pero la vida te lleva siempre por caminos muy raros y las sensaciones de aquel día las recuerdo de manera especial. Quizá haya sido la vez que más he disfrutado con el Vega en un escenario. Tanto que, al día siguiente, volví a verle. Otra vez con alone, pero esta vez me presenté dos horas antes del concierto. Y sentado en una silla de hierro, con un copazo de un blended bien tirado, pensé que era invisible y que a la vida en ocasiones le sale un espléndido arco iris.

Ahora la sala Galileo Galilei va camino de cumplir 25 años de vida, tras abrir sus puertas durante el apogeo comercial de la movida. Entonces se presentó como el apéndice joven del club CLAMORES, pero no tan elitista. Por eso encontró refugio en su escenario Antonio Vega, como Enrique Urquijo, como tantos otros cantautores, rockeros y humoristas para los que ha sido un respiradero vital. Y lo sigue siendo.

5 comentarios:

LITROS dijo...

Ultimamente, no hacen mas que cerrar salas "miticas" en los Madriles. Esperemos que quede alguna para eventos de este tipo.
Por otra parte, ahora en Santander hay mas conciertos que nunca y con bandas muy "a la ultima".
Como cambia el cuento por D...

Peter Mihm dijo...

Esta creo que no cierra, al menos de momento. Viví cinco años a escasos 150 metros de ella. Y siempre había cosas que ver u oír.

JAVI-SHATT dijo...

UNA PENA PARA TODOS A LOS QUE NOS GUSTA LA MUSICA EN DIRECTO.

BORJAMON dijo...

Sólo estuve una vez y no llegué a entrar, fue estando en Madrid para un curso, hará unos 4 ó 5 años, y, por supuesto, había conciero del Vega. Me planté allí y estaba colgado el cartel de "no hay billetes", esperé más de hora y media a ver si encontraba alguna posibilidad pero esta no apareció, me quedé sin concierto y sin conocer la sala. Lo cambié por un partido del Estu en Vistalegre. Recuerdo que, como llegue tarde, me dejaron entrar gratis. Buen partido.

Peter Mihm dijo...

Pero que no lo cierran, joderrrrr.