miércoles, 1 de julio de 2009

Sin contracrónica no hay paraíso

El Shatto es uno de esos shattos que necesitan más de cinco minutos de planificación para poder improvisar y acudir a una convocatoria.

Si el viernes a las 23:40 es una mala hora para recibir una llamada en el hogar, ponerse una camiseta de campaña y unos náuticos y acudir a prestar servicio público nocturno, es que hemos perdido, y también los papeles.

Es cierto que se excusó con fatigas supuestas a las tareas que le corresponden, tales como que mañana entro a trabajar a las 8:00, o que puede que me haga daño y me tenga que poner una tirita en el pelo. El caso es que al faltar el narrador oficial, no tuve más remedio que ir apuntando cada mínimo detalle de la noche para que se me olvidara lo más posible en directo y poder disfrutar de un cerebro en blanco, digo en blaugrana.

Así, de camino hacia The River of the Pila, donde me esperaban los matrimonios Cuadrado y Martín, contacté vía celular con el ex DJ de El Alfil 91-92 para contrastar el rumor que circulaba por los muros del Facebook, en cuanto a que después de varios meses en el economato podía ser alta en una convocatoria de exs. Nada, que si pincho en Circus, que si mañana, que si ‘ay, Laoxx’.

Una vez en The River, postres y cafeses consumados y consumidos, cambio de impresiones con las chicas del Gobierno Cántabro, con Chofa a la cabeza, y parada obligada en The Happy Circus, para intentar escuchar canciones que consiguen que te pueda amar. Ni rastro de ellas. De las canciones.

Y una vez unificados con el trío de las maracas de Machines en el Haddock, cogí doble ración de carretera y manta y me dispuse a escribir esta sarta de mamonadas para ilustrar las fotos del momento. Hoy mismo he terminado.

Un saludo a tos, y espero convocar la próxima, la Décima, con al menos 10 minutos de plazo.
...tus cabellos dorados parecen el sol....

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