domingo, 14 de octubre de 2012

Raros e infelices

256. Los hay raros, porque no respetan el silencio ajeno. Los hay infelices, porque no respetan el silencio propio.

257. Los hay raros, porque son raramente razonables. Los hay infelices, porque son raramente irrazonables.

258. Los hay raros, porque les gusta hablar sobre el peso del vacío. Los hay infelices, porque el peso del vacío es lo que más les pesa.

259. Los hay raros, porque podrían vivir perfectamente sin el éxito. Los hay infelices, porque podrían morir perfectamente de éxito.

260. Los hay raros, porque vuelcan su alegría en un vaso lleno. Los hay infelices, porque vuelcan su tristeza en un vaso vacío.

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