martes, 30 de octubre de 2012

Raros e infelices

296. Los hay raros, porque quieren que su necrológica sea corta y elogiosa. Los hay infelices, porque quieren que su necrológica sea larga y reprobatoria.

297. Los hay raros, porque creen que la muerte es ese suceso por el que dejas de existir. Los hay infelices, porque creen que la muerte es ese suceso por el que dejas de preocuparte por la hipoteca.

298. Los hay raros, porque se levantan intactos sin necesidad de haberse acostado. Los hay infelices, porque se acuestan intactos sin necesidad de haberse levantado.

299. Los hay raros, porque dejan las novelas a medio leer. Los hay infelices, porque dejan la vida a medio vivir.

300. Los hay raros, porque no reconocen su letra escrita en el papel. Los hay infelices, porque no reconocen su cara reflejada en el espejo.

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